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En este post te explicamos la diferencia entre sobrepeso, obesidad y obesidad mórbida.
Un problema de hábitos alimentarios y estilo de vida
México tiene una gran problema de sobrepeso obesidad en todos sus grados debido a los malos hábitos alimentarios de la población (comida chatarra). Y a un estilo de vida sedentario, al exceso de calorías “vacías” y escasa actividad física.
Según la OCDE somos el segundo país con el mayor número de adultos obesos (nos gana EEUU) y el primero en sobrepeso infantil. Y el mayor consumidor en América Latina de bebidas azucaradas y productos industrializados (Unicef).
IMC
Se sabe si una persona padece de sobrepeso, obesidad y obesidad mórbida por medio del Indice de Masa Corporal (IMC), que es una medida que relaciona sexo, peso y altura de una persona con esta división:
IMC = peso (en kg) / estatura al cuadrado (en cm)
A las personas con un IMC entre 18 y 24 se las considera “en su peso”, y técnicamente pertenecen al grupo “normopeso” (color verde en el siguiente gráfico).
Pero todo valor del IMC por encima de 24 ya entramos en el sobrepeso (valores amarillos), la obesidad (valores naranjas) y la obesidad mórbida (valores rojos).
Obesidad mórbida
La obesidad mórbida u obesidad de grado III, es la situación de exceso de peso en la que el obeso alcanza un índice de masa corporal (IMC) igual o superior a 40.
La obesidad mórbida es una forma avanzada y grave de obesidad que conlleva riesgos significativos para la salud. Las personas con obesidad mórbida tienen un exceso de grasa corporal que puede afectar negativamente su calidad de vida y aumentar el riesgo de desarrollar enfermedades graves.
Las complicaciones asociadas con la obesidad mórbida son numerosas e incluyen enfermedades cardiovasculares, diabetes tipo 2, hipertensión arterial, apnea del sueño, enfermedad del hígado graso, problemas articulares, problemas respiratorios, ciertos tipos de cáncer y trastornos psicológicos como la depresión.
El tratamiento de la obesidad mórbida suele requerir un enfoque multidisciplinario que puede incluir cambios en el estilo de vida, como una alimentación saludable y actividad física regular, así como la incorporación de terapia conductual y apoyo psicológico.
En algunos casos, puede ser necesario considerar opciones de tratamiento más invasivas, como la cirugía bariátrica, para ayudar a perder peso y mejorar la salud en general.
Es importante destacar que la obesidad mórbida es una condición médica compleja y debe ser abordada bajo la supervisión de profesionales de la salud cualificados, como médicos especializados en obesidad, nutricionistas y psicólogos.
Cada caso de obesidad mórbida es único. Por tanto, su tratamiento debe adaptarse a las necesidades individuales de cada persona.
Obesidad severa
Este es el grupo de pacientes con IMC entre 35 y 39 (obesidad severa o de grado II).
A esta alturas de la obesidad, el paciente desarrolla una enorme cantidad de masa grasa en sus órganos (excepto el cerebro) y experimenta lo que los expertos denominan “bloqueo metabólico”.
Es decir, que el propio organismo, apoyado por fuertes emociones en contra, se obstina en no perder peso.
Obesidad
La obesidad es la situación en la que el exceso de grasa corporal comienza a tener efectos negativos sobre la salud del paciente. Se caracteriza por un índice de masa corporal (IMC) entre 30 y 35.
Las causas de la obesidad se deben a varios factores como el exceso de calorías, la dieta poco saludable, la insuficiente actividad física, factores genéticos, el estrés o la falta de sueño.
Se produce por un desequilibrio entre las calorías aportadas al organismo y las consumidas con nuestra actividad diaria, pero hay más factores, y complejos, que pueden influir en esta enfermedad.
La obesidad conduce a un mayor riesgo de problemas de salud como la diabetes tipo 2, enfermedades cardíacas, hipertensión arterial, accidente cerebrovascular, enfermedad del hígado graso, problemas respiratorios, trastornos del sueño, ciertos tipos de cáncer y trastornos musculoesqueléticos, entre otros.
El tratamiento de la obesidad requiere una cambio en el estilo de vida, alimentación saludable, actividad física regular y modificaciones en el comportamiento.
En algunos casos, puede ser necesario el apoyo de profesionales de la salud, como médicos, nutricionistas y psicólogos, para desarrollar un plan de manejo integral.
Es importante abordar la obesidad de manera individualizada y tomar medidas para mejorar la salud en general. Un enfoque integral y sostenible que combine una alimentación equilibrada, actividad física regular y el apoyo adecuado puede ayudar a reducir el riesgo de complicaciones relacionadas con la obesidad y mejorar la calidad de vida.
Obesidad infantil
Es la que afecta a los niños y adolescentes a punto de hacerse adultos.
Según un informe del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) la tercera parte de los niños y adolescentes mexicanos tiene sobrepeso u obesidad. Y en Ciudad de México el 60% de los niños en edad escolar básica padecen estas enfermedades de acuerdo con cifras oficiales
Esto se debe a que este grupo de edad consume el 40 % de sus calorías diarias a través de productos ultraprocesados (comida chatarra), como pizzas y pastas precocinadas, hamburguesas, perritos calientes, papas fritas, postres dulces y bebidas carbonatadas azucaradas.
El informe de Unicef también denuncia la escasez de alimentos frescos y saludables en los hogares, escuelas y mercados.
Quien padece obesidad y sobrepeso en etapas tempranas de la vida, puede sufrir daños en su autoestima, provocando inseguridad o dificultad para relacionarse, ansiedad, depresión y pensamientos negativos.
Sobrepeso
El sobrepeso es el exceso de peso corporal en relación con el sexo, edad, estatura y estructura ósea de una persona.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), se considera que una persona tiene sobrepeso cuando su IMC está entre 25 y 29.9.
Causas
El sobrepeso puede tener diversas causas, como una dieta poco saludable y desequilibrada, falta de actividad física, factores genéticos, factores hormonales, entre otros.
El consumo excesivo de alimentos altos en calorías y pobres en nutrientes, como los alimentos procesados y la comida chatarra, así como un estilo de vida sedentario, son factores comunes que contribuyen al sobrepeso.
Consecuencias
El sobrepeso puede aumentar el riesgo de desarrollar diversas enfermedades y afecciones, como la obesidad, la diabetes tipo 2, enfermedades cardíacas, hipertensión arterial, problemas articulares, apnea del sueño y algunos tipos de cáncer, entre otros.
Es importante abordar el sobrepeso y mantener un peso saludable a través de una alimentación equilibrada, actividad física regular, y adoptando hábitos de vida saludables en general.
Para eso se recomienda consultar a un profesional de la salud, como un médico o un nutricionista, puede ser útil para recibir orientación personalizada sobre cómo lograr y mantener un peso saludable.
